Nuestro presidente, Fernando Valdés, que asistió con nuestra tesorera, María Requena, nos trae esta interesante crónica sobre una jornada parlamentaria en la que se reflexionó en profundidad sobre la repercusión de la inteligencia artificial en diferentes ámbitos creativos. La jornada se celebró el pasado 4 de abril, pero hemos querido traeros la crónica con motivo del Día Mundial de la Creatividad y la Innovación.

¿Es el fin de la creatividad?
Amenazas y retos legislativos

Jornada sobre inteligencia artificial en el Congreso de los Diputados

4 de abril de 2024

Apertura

De la charla durante la apertura, cabe destacar las reflexiones del filósofo Daniel Innerarity en torno a la aparente caída de la última barrera que separa a los humanos de las máquinas: la creatividad ya no parece nuestro patrimonio exclusivo. Pero en realidad la IA no crea, sino que recrea basándose en estereotipos, recombina material ya creado previamente que adapta a gusto del consumidor. Porque la creatividad implica algo impredecible, una ruptura con lo anterior. También habló de cómo se ha democratizado mucho la cultura: ahora todos hacemos fotografías y escribimos textos que hacemos públicos, y que todo ello ha sido gracias a la tecnología, que permite que nos centremos en los aspectos cruciales de nuestra labor. Recordó las consideraciones, pare él erradas, de Baudelaire respecto a la fotografía, en contraposición con las de Van Gogh. El poeta francés veía la fotografía como un instrumento para nada artístico que acabaría con la pintura. Sin embargo, el pintor holandés entendió que la pintura quedaba completamente liberada de la necesidad de reflejar la realidad y podía sumergirse en la subjetividad, huir del realismo. Para Daniel, por tanto, la idea de reemplazamiento que trae consigo el auge de la IA podría ser errónea. Igual que los emigrantes no nos reemplazan, tampoco lo harán las máquinas. Podrían convivir con nosotros y ocuparse de asuntos distintos, perfeccionarnos. Concluyó su intervención proclamando que tenemos la oportunidad de determinar qué aporta la creatividad al arte.

Creadores y autores frente a la IA

En esta primera mesa redonda, distintos creadores aportaron su visión del asunto. Teresa Valero, ilustradora y autora de cómic, comenzó analizando que su trabajo ha evolucionado mucho partiendo de ser una labor completamente analógica y llegando a lo digital. Los ilustradores han sido siempre muy receptivos con todo aquello que ha ayudado a rebajar la carga de trabajo o a agilizar su labor. No obstante, considera que la IA hace un cribado masivo y se dedica a replicar arte no solo del pasado, sino de ahora mismo, y que eso genera una competencia completamente desleal. Exigió que se rastree ese cribado y se remunere a aquellas personas de las que se replica una creación. Y que para que se dé ese cribado sea necesario un consentimiento expreso por parte de los creadores. Además, añadió que desde una perspectiva ecológica es una tecnología muy sucia: la creación de una imagen con IA consume la misma energía que cargar un teléfono.

Virginia Yagüe, guionista y presidenta de DAMA (Derechos de Autor de Medios Audiovisuales), esgrimió argumentos en relación con la idea de aprendizaje, pero recalcó que el aprendizaje es algo netamente humano y que la creación es algo que está en equilibrio entre lo reconocible y lo impredecible. Hizo también hincapié en la idea de remuneración por el uso de la IA de las obras de autor.

Al músico Javier Campillo no le tembló la voz al hablar de Skynet, la computadora que en la saga cinematográfica Terminator decide un buen día que el ser humano se merece el exterminio. Para él es imprescindible un seguimiento y un registro de todas las fuentes de las que beba la IA.

Natalie Martínez, productora, directora y presidenta de DIBOOS (Federación Española de Asociaciones de Productoras de Animación), insistió en el concepto de democratización y abogó por el desarrollo de IA (que en animación, por ejemplo, se lleva usando muchos años), pero respetando los derechos de autor. Habló de la posibilidad de la creación de un sello que identifique las creaciones cien por cien humanas, sin intervención de IA. También expuso que la educación de las nuevas generaciones debe cambiar para prepararlas para convivir en un mundo impregnado de IA.

Manolo Rico, autor y presidente de ACE (Asociación Colegial de Escritores), expresó que el mundo de la cultura debe aunar sus fuerzas para articular medidas en torno a la IA que se puedan llevar adelante y lo antes posible. Las plataformas de IA deben, según él, publicar qué autores han cedido su obra y cuánto han sido remunerados. Y que las Administraciones han de tomar las mismas medidas y decisiones. Que la legislación de lo físico (no poder robar impunemente un objeto) sea equiparable en lo digital. Porque la IA tiene ventajas, sí, pero también numerosos peligros. Si las plataformas de IA han pagado a las personas que las han desarrollado, ¿por qué no a los autores de los que se nutren? Para Manolo, la IA es, de momento, una acción masiva de piratería. Y todo pasa por el reconocimiento de qué autores han visto replicadas sus obras para que se les pueda remunerar en consonancia.

Legislación ante la IA. Experiencias y expectativas

Iban García, eurodiputado que ha trabajado en la primera legislación europea de IA, dice que este no es el fin de la creatividad. No es la primera vez que la cultura y la creatividad han de enfrentarse a cambios y crisis. La originalidad es y seguirá siendo patrimonio de la humanidad. En la Unión Europea se está trabajando para lograr un consenso en este sentido. La IA está en sus albores, lo que dificulta mucho esta labor. La ley europea pretende generar marcos fundamentales, como la obligatoriedad de la transparencia: ¿cuáles han sido los medios empleados para entrenar esas IA? Todo lo creado con IA debe llevar un sello identificativo, evidente para las personas y los softwares. La legislación europea es la primera del mundo que plantea este fenómeno de forma horizontal y de forma humanista, con el ser humano en el centro.

Adriana Moscoso, miembro del Comité Permanente de Derechos de Autor y Conexos de WIPO (World Intelectual Property Organization), quiso destacar la importancia que tiene tanto controlar el input, las obras que se analizan con IA, como el output, la obra hecha con IA resultante.

Javier Gutiérrez, director de VEGAP (Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos) disertó acerca de la aparente dicotomía entre la ciencia y el arte.

En el debate final de esta mesa redonda se plantearon varias preguntas importantes a las que esta legislación tiene que dar respuesta. ¿Cómo nos puede ayudar la ley a identificar las obras creadas con IA o sin ella, o las obras que entran en el input de la IA para generar obras derivadas? La ley puede y desde luego tiene que hacerlo. Si nos roban los huevos para hacer una tortilla, no podemos pedir que nos devuelvan los huevos. Pero sí podemos exigir que nos paguen antes de vender esa tortilla. En general se estableció un acuerdo en torno a tres pilares fundamentales: transparencia, reconocimiento y retribución.

Clausura

Durante la clausura, Marc Lamuà, portavoz de Cultura del Grupo del Partido Socialista en el Congreso, reconoció que el reto es enorme y que, para colmo de males, se suma a todo el trabajo que tenía el mundo de la cultura por delante. A continuación, Manuela Villa, secretaria de Cultura y Deporte de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE y directora general de la oficina de Cultura de la Presidencia del Gobierno, reconoció que es difícil clausurar un acto en torno a un asunto que está tan sumamente abierto todavía, que hay que seguir encontrando lugares comunes y consensos. Que este es solo un aspecto más en la lucha del sector cultural que se suma a la precariedad reinante, la carencia de respeto social de los artistas, la defensa de la propiedad intelectual y la métrica adecuada de los aportes de este sector tanto económicos como sociales.

Representación de UniCo

María Requena Castañol, en el centro, tesorera de UniCo, y Fernando Valdés Taboada, en primer plano, presidente de UniCo. En esta misma imagen, al fondo en la misma fila de asientos, están Marta Sánchez-Nieves, junto a María, presidenta de ACE Traductores, y Eva Moraga, abogada de UniCo y de otras asociaciones profesionales del sector cultural en el ámbito del Estatuto del Artista.

Grabación

Podéis acceder a la grabación de la jornada aquí.

 

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